Foldit, el juego que busca combatir el coronavirus
Dentro de este convulsionado contexto, un videojuego que llega de la
mano de un equipo de investigación de la Universidad de Washington en
Seattle tiene como desafío encontrar una cura para frenar su expansión y
así evitar una pandemia de alcance planetario.
El juego en cuestión no se vale de una narrativa de ficción, más bien tiene tras él un potente fin científico. Se trata de Foldit, una iniciativa surgida en 2008 en la UW, la cual basándose en el hecho de que las proteínas están involucradas en muchos padecimientos, busca mediante el despliegue de las mismas la comprensión de su funcionamiento, con el fin de recopilar la experiencia necesaria para diseñar estrategias farmacológicas con un mayor potencial de éxito.
La estructura del coronavirus de Wuhan contempla la presencia de una «proteína espiga» en su capa superficial. Su alto potencial de contagio se debe a que dicha proteína por naturaleza se enlaza fuertemente con otra, la cual forma parte del área superficial de las células humanas. El desafío para combatir el COVID-19 es encontrar una proteína que se adhiera a la «proteína espiga», para así neutralizar su efecto al entrar en contacto con células humanas y así frenar su masivo contagio. Recientemente se añadió el coronavirus, dada su similitud con los padecimientos anteriores en cuanto a lo que respecta a su relación con las proteínas.
Si no eres muy cercano a las ciencias y algunos conceptos como los aminoácidos o los hidrofóbicos te resultan totalmente ajenos, el juego cuenta con puzzles introductorios, destinados a la presentación de las nociones y herramientas básicas necesarias para comenzar a trabajar con los desafíos mayores de Foldit. Conocer la estructura de una proteína es clave para comprender cómo funciona y atacarla con medicamentos. Una proteína pequeña puede constar de 100 aminoácidos, mientras que algunas proteínas humanas pueden ser enormes . La cantidad de formas diferentes que incluso una pequeña proteína puede plegarse es astronómica porque hay muchos grados de libertad.
Foldit intenta predecir la estructura de una proteína aprovechando las intuiciones humanas para resolver acertijos y haciendo que las personas jueguen competitivamente para plegar las mejores proteínas. El reto, según lo señalado por los mismos responsables del juego en su sitio web, es predecir la estructura de una proteína en función de su secuencia de aminoácidos, siempre en el marco de lo señalado. Hasta la fecha, más de una decena de artículos científicos dedicados a Foldit publicados desde 2010, recopilan lo más destacado de esta iniciativa en cuanto a su metodología, como también en cuanto a algunos resultados obtenidos. Foldit cuenta con un set de instrucciones para educadores, presentadas con el fin de apoyar el trabajo de aquellos docentes que quieran utilizar este juego en un salón de clases con fines educativos.
Foldit está disponible para Windows, MacOS y Linux en fase beta.
El juego en cuestión no se vale de una narrativa de ficción, más bien tiene tras él un potente fin científico. Se trata de Foldit, una iniciativa surgida en 2008 en la UW, la cual basándose en el hecho de que las proteínas están involucradas en muchos padecimientos, busca mediante el despliegue de las mismas la comprensión de su funcionamiento, con el fin de recopilar la experiencia necesaria para diseñar estrategias farmacológicas con un mayor potencial de éxito.
La estructura del coronavirus de Wuhan contempla la presencia de una «proteína espiga» en su capa superficial. Su alto potencial de contagio se debe a que dicha proteína por naturaleza se enlaza fuertemente con otra, la cual forma parte del área superficial de las células humanas. El desafío para combatir el COVID-19 es encontrar una proteína que se adhiera a la «proteína espiga», para así neutralizar su efecto al entrar en contacto con células humanas y así frenar su masivo contagio. Recientemente se añadió el coronavirus, dada su similitud con los padecimientos anteriores en cuanto a lo que respecta a su relación con las proteínas.
Si no eres muy cercano a las ciencias y algunos conceptos como los aminoácidos o los hidrofóbicos te resultan totalmente ajenos, el juego cuenta con puzzles introductorios, destinados a la presentación de las nociones y herramientas básicas necesarias para comenzar a trabajar con los desafíos mayores de Foldit. Conocer la estructura de una proteína es clave para comprender cómo funciona y atacarla con medicamentos. Una proteína pequeña puede constar de 100 aminoácidos, mientras que algunas proteínas humanas pueden ser enormes . La cantidad de formas diferentes que incluso una pequeña proteína puede plegarse es astronómica porque hay muchos grados de libertad.
Foldit intenta predecir la estructura de una proteína aprovechando las intuiciones humanas para resolver acertijos y haciendo que las personas jueguen competitivamente para plegar las mejores proteínas. El reto, según lo señalado por los mismos responsables del juego en su sitio web, es predecir la estructura de una proteína en función de su secuencia de aminoácidos, siempre en el marco de lo señalado. Hasta la fecha, más de una decena de artículos científicos dedicados a Foldit publicados desde 2010, recopilan lo más destacado de esta iniciativa en cuanto a su metodología, como también en cuanto a algunos resultados obtenidos. Foldit cuenta con un set de instrucciones para educadores, presentadas con el fin de apoyar el trabajo de aquellos docentes que quieran utilizar este juego en un salón de clases con fines educativos.
Foldit está disponible para Windows, MacOS y Linux en fase beta.
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